domingo, 24 de marzo de 2013

La hostelería aplaude la reapertura de la Ribera a la motorada



Piden que se haga una campaña para informar de los cambios en el dispositivo El CCA y los profesionales valoran la medida pero rechazan volver al modelo antiguo
CARLOS BENJUMEDA EL PUERTO | ACTUALIZADO 22.03.2013 - 01:00
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Una imagen de moteros en una de las calles céntricas de El Puerto durante la celebración del evento en años pasados.
En el término medio está la virtud. Ni un casco histórico cerrado a cal y canto para que no puedan entrar las motos ni el modelo antiguo de los años del "todo vale", cuando la ciudad sucumbía ante los moteros más incívicos, produciéndose situaciones de peligro y ruidos que vulneraban derechos fundamentales. La situación llegó a tal extremo que varias sentencias judiciales condenaron al Ayuntamiento por no atajar dicha vulneración, tras lo cual se habilitó un dispositivo para controlar la motorada y no permitir el paso de motos a la zona del centro urbano. 

Los hosteleros de El Puerto valoraron ayer el paso dado por el Ayuntamiento para permitir la entrada controlada de las motos a la zona de la Ribera del Marisco y Micaela Aramburu, para ser conducidas hasta los aparcamientos de la Bajamar y llegar hasta la calle Valdés. Este diario ha sondeado la opinión de varios empresarios hosteleros y de los responsables del Centro Comercial Abierto (CCA), que han sido consultados para que expresen su opinión sobre los cambios en el dispositivo que se pondrá en marcha con motivo del Gran Premio de España de Motociclismo, los días 3, 4 y 5 de mayo. 

El cambio principal es permitir el paso de las motos por las avenidas de la Ribera, no dejando que aparquen en dichas calles y cerrando el paso a las doce de la noche. 

El empresario hostelero Ángel Lozano, propietario del bar Santa María, en la plaza de Las Galeras, manifestó que "me parece positivo que los dejen entrar y que los conduzcan y dirijan, y que apliquen el código de la circulación, igual que a todos los conductores. Lo que no se puede suponer es que todo el que venga en moto es un delincuente y negarle la entrada al pueblo. Eso no ocurre en ningún lugar del mundo". El hecho de que se cierre a las doce de la noche le parece secundario "porque a esa hora ya habrán entrado el 80% de los motoristas". El empresario hostelero considera que debido al cierre de este últimos años "ahora somos un punto negro en el mundo de las motos", por lo que vería positiva una campaña en internet para informar a los motoclubs de que los moteros van a poder entrar. De cualquier forma, "no se trata de libre circulación, sino que los van a conducir por un carril flanqueado de 'new jerseys' hasta los aparcamientos". Con eso se consigue que puedan acercar las motos hasta un lugar con fuerte implantación hostelera, "porque ellos no quieren tener las motos lejos de donde están, sino accesible para enseñársela a los amigos". Por último, el hostelero pide "a quien no pueda dormir la siesta, que sea solidario con el colectivo de la hostelería, siendo la industria más importante de El Puerto". 

Por su parte, Francisco José Gómez Real, propietario del bar cafetería La Herrería, situada en la plaza del mismo nombre, señala que "como primer paso, es un paso positivo. Dentro de que el Ayuntamiento no puede abrir por completo, habría que ver qué se puede hacer", señala en referencia a las sentencias judiciales. Gómez Real afirma que detrás de los establecimientos hosteleros hay hoteles, gente que alquila, panaderos, fruteros... "Tenemos que intentar cambiar la situación porque El Puerto vive de la hostelería. Se ha dramatizado demasiado el tema de la motorada". 

El hostelero considera que la medida de dejar pasar a las motos es positiva: "Hay que llegar a un punto intermedio, porque se ha pasado de un extremo a otro. No se puede permitir lo que había antes, pero se tiene que notar que en El Puerto hay 100.000 visitantes, estableciendo medidas de control". El hostelero estima que "no es normal que Jerez haga un evento, nos beneficiemos nosotros y le cerremos las puertas". 

En cuanto al cierre a las doce de la noche "es una medida que no veo mal, quizá pueda perjudicar a lo pubs". Finalmente, considera que es necesario ir "organizar algún tipo de actividad y que vengan a disfrutar de El puerto; a fin de cuentas vivimos del turismo". 

Eso es precisamente lo que había planteado el Centro Comercial Abierto (CCA), que fue quien solicitó al Ayuntamiento relajar un poco las condiciones del dispositivo, "siempre y cuando no volvamos al modelo aquel que terminó quemando a la ciudadanía". 

Ya en 2012, recuerda el gerente José María Godínez, se levantó el dispositivo el domingo, aunque como aspecto negativo destaca que "había policías armados a la entrada de El Puerto", algo que no invitaba a entrar en la ciudad. Según Godínez, la apertura controlada "es una buena noticia porque el Ayuntamiento cumple la solicitud del empresariado desde hace tiempo". Este año, el CCA tenía planteado organizar una serie de actividades para amenizar y potenciar la concentración motera: conciertos, exposiciones, carpas y una carrera de exhibición de motos clásicas por el centro urbano. Finalmente, no pudo ser, porque faltó el 20% de la financiación para llevar a cabo el programa.

lunes, 11 de marzo de 2013

COMUNICADO DE PRENSA.



Unión de Policías y Bomberos de Andalucía (UPLBA).
EL PUERTO.- El sindicato de la Policía Local de El Puerto de Santa María, la Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía (Uplba) manifiesta:
—Desde esta sección sindical queremos transmitir a la opinión pública la falta de  organización y  descontrol  en que está sumidala Policíalocal debido a la incompetencia ya demostrada por los técnicos responsables los cuales están centrando la mayor parte de su atención en la búsqueda  de motivos para la apertura de expedientes disciplinarios cuya tramitación  últimamente les está restando el tiempo que debieran dedicar a sus funciones principales.
Prueba de ello es, la carencia atroz de medios que son indispensables para dar respuesta rápida a los requerimientos ciudadanos y apoyos urgentes a otras unidades tanto locales como de otros cuerpos.
La realidad actual del servicio que presta, a día de hoy, esta policía, es que solo dispone de dos patrulleros con distintivos,  de los cuales uno es usado por la unidad de Atestados y el otro por los mandos, que deben hacer la nueva ronda de control a los agentes que patrullan a pié y cuya área de actuación   se limita a la ordenada en el servicio y que suele ser geográficamente poco extensa. Si los agentes son requeridos por algún ciudadano para actuar fuera de su demarcación, aunque se encuentren relativamente más cerca que otra pareja, deben solicitar permiso al superior para abandonar su zona siempre y cuando las comunicaciones se lo permitan pues estas fallan estrepitosamente en el centro de la ciudad.
Como colofón a este sinsentido, deben permanecer, una hora en un lugar indicado solo para esperar el mencionado control y firma del superior que  se repite  dos veces en cada turno. Es curioso indicar, para aquellos que son más jóvenes, que estas medidas de control eran las que se tomaban hace 30 años donde primaba la autoridad de los mandos sobre la eficacia policial  y que afortunadamente cambió una vez que se reconoció la autonomía del agente para realizar sus funciones dentro del orden establecido, autonomía que ha sido nuevamente abolida  para dar satisfacción al ego del mando.
 — En estos días, nos encontramos en una situación de alerta amarilla, por lluvia y fuertes vientos y la pregunta es:
¿Cómo se  puede afrontar dicha alerta con solo dos vehículos operativos?
Para dar respuesta a las sucesivas solicitudes de ayuda y apoyo, en ocasiones, tienen que ser derivadas a otros cuerpos por no disponer de los medios técnicos indispensables como por ejemplo, vehículos patrulla y a ser posible con una emisora operativa si no es mucho pedir.
—Existe un protocolo de emergencias que se activa cuando  esta surge, pero que en este momento, al menos nosotros, somos conscientes de no poder atenderlo como quisiéramos pero que no les quepa duda que en la parte humana que nos corresponde, estaremos a la altura.
—Estas reivindicaciones  ya se han efectuado con anterioridad y no es la primera vez que la policía local padece una carencia de medios de este tipo para poder desarrollar sus labores, aunque en esta ocasión, la excusa  a tal ineficacia es la famosa crisis que sirve de buen manto para cubrir la incompetencia y la mala idea.