lunes, 8 de agosto de 2011

El coche que llevó al iceberg.


La exención al edil de Cultura de no abonar la tasa de la grúa ha destapado una práctica habitual e ilegal en el depósito municipal, pero aún quedan incógnitas por resolver.


Eran las tres y 16 minutos del pasado 29 de julio. A las redacciones de los medios de comunicación locales llegaba un correo electrónico de Izquierda Unida con un comunicado donde la formación instaba al Gobierno local a que aclarase si el concejal de Cultura y Fiestas, Millán Alegre, había retirado su vehículo del depósito municipal sin abonar la correspondiente tasa municipal. Horas después, y a preguntas de este periódico, el gabinete de prensa del Gobierno local confirmaba los hechos aunque lo justificaba diciendo que un policía, tras escuchar las "explicaciones" que le dio el edil, había autorizado la salida del vehículo del depósito.

Estas fuentes municipales añadían, además, que había un informe que corroboraba la legalidad de la medida. Pero el Gobierno local tardó cinco días en hacerlo público. Pero, cuando trascendió su contenido, se comenzó a vislumbrar que lo ocurrido con Millán Alegre no era más que la punta del iceberg. En el informe, el intendente de la Policía Local (el segundo en la escala de mandos de la Jefatura), Rafael Muñoz Leonisio, señalaba que era una práctica habitual, y legal, ya que se aplicaba a ediles de la Corporación cuando estaban en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, lo que no se incluía en la documentación que la Concejalía de Policía Local remitió a este diario es que entre los exentos de la tasa no estaban únicamente los concejales sino que también había una serie de ciudadanos sin vinculación con la actividad política municipal. Esto lo apuntó el alcalde, Enrique Moresco, al día siguiente de hacerse público el informe y el pasado viernes lo confirmó el segundo jefe de la Policía Local, quien añadió que entre los exonerados había policías y otros funcionarios municipales así como sus familiares y allegados. De hecho, Enrique Moresco tiene en su mesa un listado detallado de las personas que sacaron su vehículo del depósito sin pagar la correspondiente tasa de la grúa. Este medio ha solicitado acceder a su contenido pero no ha obtenido respuesta.

No obstante, aún queda mucho por conocer de esta práctica habitual, y de dudosa legalidad, para conocer realmente las dimensiones del 'iceberg' de irregularidades que se podrían haber cometido en el depósito municipal desde hace décadas. Estas son las principales claves que aún quedan por conocer.

Desde el Gobierno local no se ha aclarado el número de personas ni el motivo por el que estas personas se habrían beneficiado de esta discrecional dispensa. El pasado viernes, Rafael Muñoz Leonisio señaló que eran "bastantes" aunque se negó a dar un número aludiendo a que ya había presentado un informe a Alcaldía donde las detallaba. También restaría por conocer si, además de Millán Alegre, habría concejales de esta o de anteriores corporaciones a los que también se les aplicó la exención. Al respecto, el alcalde de la ciudad aseguró que "ninguno" de los miembros de sus dos gobiernos habían disfrutado de este privilegio. Asimismo resta conocer por qué a algunos se les exoneró de una normativa municipal que es bastante clara y estricta a la hora de hacer excepciones.

"Desde que gobernaban los comunistas". Esta es la respuesta que dio el intendente de la Policía Local cuando este periódico le preguntó desde cuando se aplicaba la dispensa, aunque, acto seguido, evitó dar demasiados detalles sobre quien lo autorizaba diciendo que alguna que otra vez llamaba "el alcalde de turno" y ordenaba que se dejara libre el coche a una determinada persona. A raíz de la polémica por lo ocurrido con Millán Alegre, el concejal de Policía Local anunció que a partir de ahora cualquier vehículo que salga del depósito sin abonar la tasa tendrá que contar previamente con la autorización por escrito suya.

Tanto el alcalde como el concejal de Policía Local aseguraron que lo supieron cuando se lo comunicó en su informe el segundo jefe de la Policía Local. En esta misma línea Carlos Montero comentó ayer que en los cuatro años que ha estado al frente del Área no se devolvió ningún vehículo que no hubiera pagado previamente la tasa. Por su parte, el intendente de la Jefatura explicó que la única que él autorizó fue la de Alegre y lo hizo sin "oscurantismo" ya que elaboró un informe para justificar la decisión. Eso sí, advirtió que estas prácticas son "difíciles" de detectar y controlar ya que pueden ser adoptadas motu proprio por un policía y en el cuerpo, a juicio de Muñoz Leonisio, hay "mucho corporativismo" que puede soslayar este tipo de prácticas. El alcalde anunció en días pasados que pedirá explicaciones por lo ocurrido. Pero las dudas siguen sin resolverse: ¿Quiénes promovieron o autorizaron estas prácticas?. Y ¿se tomarán las medidas disciplinarias correspondientes?

El segundo responsable técnico del cuerpo municipal señala que "desde hace unos años" se aplica un procedimiento para la entrega de los vehículos del depósito mediante unas actas. Pero, ¿cómo se controla este registro?. ¿En él se incluyen todos los vehículos que recoge la grúa?. ¿Se comparan los datos de recogida de vehículos con los que salen del depósito abonando la tasa municipal?. Y ¿hay un listado de los vehículos que han sido exentos de la tasa de la grúa?. Teniendo en cuenta lo apuntado por los responsables políticos y técnicos, habría un desfase entre los coches que entraban y los que salían abonando el tributo. Así, ¿quién tomaba la decisión de devolverlos y en base a que si la ordenanza municipal sólo permite la exención en caso de robo?.

El vehículo de Millán Alegre fue retirado por la grúa municipal por entorpecer el giro de un autobús cuando se encontraba en una reunión en el edificio San Luis. Esto ocurrió el 14 de junio, aunque ese mismo día pudo retirarlo tras una orden verbal dada por Muñoz Leonisio. ¿Cómo tuvo constancia el responsable policial de lo ocurrido?. El edil aseguró en su momento que fue el policía quien "se interesó" por lo ocurrido mientras que Muñoz Leonisio declina hablar de ello. Pero ¿quién llamó a Muñoz Leonisio para que se aplicara la habitual dispensa? Y, ¿por qué a él?.

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