martes, 3 de julio de 2012

El juez condena al hombre que acusó a la Policía Local de maltrato y vejaciones.


La sentencia da la razón a los dos agentes y considera probado que fue el individuo quien les lesionó e insultó mientras se hacía la prueba de alcoholemia
02.07.12 - 00:36 - 

El Juzgado de lo Penal de la Audiencia Provincial de Cádiz ha dado la razón a dos policías locales acusados de propinar una paliza a un hombre al que practicaron la prueba de alcoholemia en la Jefatura. Este vecino denunció en un medio de comunicación vejaciones y maltrato por parte de los agentes. Pero el juez ha dictado una sentencia en que se le condena a un año de prisión y a indemnizar a los dos policías por las lesiones que les causó.
Los hechos se remontan a marzo de 2009, cuando según el hombre, de 52 años y natural de Sanlúcar, se encontraba con su coche en la avenida de la Bajamar obstaculizando el paso. Los policías le pidieron que se retirara, pero al comprobar su estado de embriaguez, se le practicó la prueba del alcohol, que dio positivo con 0,35 mg/l. El individuo, que estaba acompañado por una amiga, aseguró que, acto seguido, fue reducido por los agentes de forma brutal y llevado a la Jefatura para practicarle la segunda prueba, donde según dijo, volvió a recibir golpes y puñetazos para posteriormente ser detenido y llevado a la Comisaría de la Policía Nacional. Según la narración de este hombre, tras obtener un parte de lesiones en el centro de salud, pasó la noche en los calabozos y salió a las 11.30 de la mañana siguente. Ya entonces los agentes de la Policía Local lo habían denunciado por resistencia a la autoridad y lesiones ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de El Puerto. Se celebró un juicio rápido y el caso acabó sobreseído. Pero el pasado 28 de mayo tuvo lugar el segundo juicio, y la versión de los hechos que recoge la sentencia son bien distintos. El juez considera hechos probados que fue este individuo quien insultó a la policía y se mostró poco colaborador para realizarse la segunda prueba de alcoholemia, para lo que debía desplazarse a la Jefatura. Según la sentencia a la que ha tenido acceso LA VOZ, mientras se preparaba el aparato de medición de impregnación alcohólica, el acusado se dirigió hacia uno de los agentes mordiéndose la lengua y con el puño en alto, diciéndole: «eres un chulo y un mierda, se te va a caer el pelo, tú no sabes lo que estás haciendo, eres un vacilón».
Reducido entre tres
El auto añade que a continuación el acusado agarró fuertemente del cuello al otro agente e intentó golpearle, pero su compañero intervinó y entre ambos agentes lograron reducirle, «utilizando para ello la fuerza mínima imprescindible, sin que en ningún momento el acusado dejara de moverse e intentar que le soltaran, y sin parar de insultar a los agentes». Fue necesaria la intervención de un tercer agente para ponerle las esposas al acusado y levantarlo del suelo. El juez constata que como consecuencia de estos hechos, los agentes resultaron lesionados. Así las cosas el fallo lo condena a un año de cárcel por un delito contra los agentes de la autoridad, y a 270 euros de multa por una falta de lesiones. También le obliga a indemizar a los policías locales con 210 euros para cada uno, además del pago de las costas procesales.
El acusado envió en su día una carta al alcalde, Enrique Moresco, denunciando los hechos cuando ocurrieron. También mantuvo una entrevista con el por entonces edil de Policía Local, Carlos Montero. Ambos respondieron que había que esperar el dictamen del juez.


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