La Unión de Policías Locales y Bomberos de Andalucía de El Puerto de Santa María, uno de los sindicatos que conforman la plantilla del 092, denuncia que padecen una “situación de humillación, vejación y maltrato” por parte “de algunos de nuestros dirigentes municipales”.
El sindicato afirma que tanto el alcalde como el concejal de Policía Local “entienden la gestión municipal desde el más rancio absolutismo feudal, no consintiendo la protesta sindical por las reivindicaciones de unos derechos sociales”
Así, señalan que “apoyan” y “consienten” a los mandos de la jefatura “para que castiguen a los partícipes de las protestas contra unas medidas a todas luces incalificables”.
El “ataque” más reciente que afirman haber sufrido por parte del concejal de Policía Local, Carlos Coronado, y de la teniente de alcalde del área de Personal Patricia Ybarra, tiene que ver con la firma de una circular de Organización del Servicio de la Policía Local que entró en vigor el pasado día 10 de abril, del que dicen que no se les tuvo en cuenta, lo que consideran algo “totalmente discriminatorio y arbitrario con respecto al resto de funcionarios del Ayuntamiento”.
Esta circular, considera el sindicato, “atenta contra la dignidad, ya no solo de cualquier trabajador, sino lo que es más importante, de cualquier persona”. Así, señala, en ella se redactan “cosas insólitas y denigrantes como tener que hacer nuestras necesidades fisiológicas en cualquier lugar sin podernos trasladar a la Jefatura y realizar las mismas en nuestro tiempo de descanso. Nos obligan a disfrutar de nuestros 30 minutos de descanso en la zona que tenemos asignados, con la casuística actual de que un gran porcentaje de policías patrullan a pie, tendremos que llevar el bocadillo en una bolsa y sentarnos en cualquier banco”.
Por otra parte, indican que en esta circular se regulan aspectos comunes a todos los trabajadores del Ayuntamiento, y que se han modificado acuerdos de pleno “a su antojo para quitarle derechos a los trabajadores y hacerles la vida laboral más penosa para imponer sus criterios frente a los derechos o beneficios adquiridos”.
Por eso desde esta sección sindical, entienden que la regulación “para no ser arbitraria y discriminatoria, ha de afectar a todos los empleados públicos, y no solo a un colectivo en concreto”.
Eso sí, critican que “los jefes podrán seguir desayunado a casi siete kilómetros de la ciudad, con el beneplácito de nuestro concejal Carlos Coronado, al que hemos informado en innumerables ocasiones que esta práctica supone un despilfarro”
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